Los Tres Floreros
Un día de repente, como tantos, mi esposa me invita a dar una vuelta, a echar una mirada, a curiosear, que cosas nuevas o usadas habrán llegado últimamente a la “tienda de segunda”, pues aunque parezca increíble, pero, aparte de la posibilidad de encontrar objetos en muy buen estado, muchas veces nuevos y con precios al alcance de nuestras necesidades. Debemos admitir que también se convierte en un lugar terapéutico, que nos relaja y nos aleja de nuestras tensiones diarias. Así pues con esa intención nos acercamos a una de esas tiendas de segunda y sin prisas comenzamos nuestro recorrido, viendo por aquí, comparando precios por allá, regresando por tercera vez a las áreas donde ya habíamos estado, pero que aún no nos decidíamos a llevar aquello que nos gustaba tanto… así transcurre nuestro recorrido recreacional.
Cuando finalmente decidimos marcharnos, mi esposa me recuerda que tenemos que pasar a la caja para pagar tres floreros que a ella le habían gustado mucho, que están nuevos y son muy baratos, solo seis dólares por los tres.
Cuando llegamos a casa, ella los colocó muy amorosamente en un lugar muy especial de la sala-comedor, que casualmente me quedan al frente del lugar a donde me siento a la hora de las comidas, permitiéndome disfrutar su belleza, su variedad y su contenido, es decir, son tres floreros pero de forma y tamaños diferentes, aunque son hermanos de una misma colección, cada uno tiene una inscripción diferente, que traducida al español diría: “LA VIDA ES FRÁGIL,TRÁTALA CON CUIDADO” , “EL DIA DE HOY ES UN REGALO”, “REALIZA TUS SUEÑOS”. Obviamente al sentarme a la hora de las comidas es una lectura obligada que me invita a reflexionar permanentemente en la profundidad de su contenido, y debo confesarles amados lectores que el hecho de leer esos hermosos pensamientos, me llevaron a tomar la decisión de compartir con ustedes mi punto de vista en relación a esta experiencia en su conjunto.
Decía, que los vasos son de tamaños y formas diferentes, de pensamientos también diferentes, que los tres son parte de una misma colección, es decir de una misma familia, que los tres a pesar de sus diferencias son muy útiles y necesarios, que cada uno de ellos tiene su propia belleza y que aunque aislados se puedan ver bien y puedan disfrutarse, cuando están juntos con sus diversidades se ven mejor, se disfrutan más y son más dignos de admiración y de respeto.
En la vida real nos pasa igual, en principio, somos una familia, donde todos somos de tamaños y edades diferentes, de pensamientos propios, de personalidades propias, con nuestras alegrías y nuestros momentos difíciles, donde a pesar de nuestras diferencias somos vistos con mucho amor y mucho cariño por el resto de nuestros amigos y conocidos e incluso si los hubiera, por las personas más distantes de nuestra amistad o círculo de amigos.
En la vida real también cada uno de nosotros tenemos “UNA VIDA FRÁGIL” la cual tenemos la obligación de “TRATARLA CON CUIDADO”, con cariño, con respeto, porque el hilo que la sostiene es tan delgadito que se hace invisible a nuestros ojos y a nuestra realidad y muchas veces con una palabra imprudente de parte nuestra, o con un gesto de indiferencia, o aún más, con una mirada ausente de misericordia, rompemos ese hilo invisible de la fragilidad y nos convertimos en responsables del dolor y del llanto de nuestros hermanos.
Por todas esas razones, no debemos exponer nuestra vida al dolor de verse lastimada por nosotros mismos, por nuestra indiferencia cuando nos subvaloramos en la búsqueda del placer, es decir, cuando no fortalecemos nuestra autoestima y nos hundimos en el fango de los vicios y de las drogas. Por eso mismo insisto, debemos respetar y “TRATAR CON CUIDADO” esa “VIDA FRÁGIL “de los demás, porque todos, absolutamente todos, formamos parte de esos bellos floreros, que con su variedad de tamaños, colores, pensamientos y sentimientos, somos pertenencia de una sola familia, la familia humana y estamos en las manos del más Grande y Sabio de Los Jardineros, Nuestro Padre Dios.
(Continuará)
Como siempre los abraza El Abuelo.